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Espartaco No. 51 |
Abril de 2019 |
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Fascistas en el CCH-Sur:
¡Sólo la clase obrera puede barrer con los fascistas!
¡Forjar un partido obrero revolucionario!
(Joven Espartaco)
Desde octubre pasado, asomó la cabeza una pequeña pandilla fascista en el CCH-Sur, llamada Puma de Hierro, provocando con propaganda abiertamente pronazi en el plantel. En noviembre pegaron un póster de un grafiti en la Ciudad de México durante la década de 1940 que decía “¡Viva Hitler!”, y otro que daba la idea de que la mala imagen de los nazis se debía a la propaganda de Hollywood. Asimismo, su sitio de Facebook es pura propaganda anticomunista, racista, antigay, antimujer, antiinmigrante, de plano oscurantista, y que aprueba a la Unión Nacional Sinarquista, unos cristeros ultrarreaccionarios cuyos dirigentes mantuvieron contacto con los nazis y los fascistas italianos durante la Segunda Guerra Mundial.
Puma de Hierro es un peligro para los trabajadores, la izquierda y los oprimidos dentro y fuera del campus. No sólo puede fungir como una organización porril más al servicio de la rectoría y el estado para arremeter contra ellos, sino que podría convertirse en un ejército de reserva de la burguesía para ser desatado en tiempos de crisis, cuando el terror regular del estado capitalista no baste, para llevar a cabo el programa fascista de aniquilación de las organizaciones de la clase obrera.
La pequeña burguesía arruinada es empujada a adoptar el asesino programa de los fascistas por las condiciones de desesperación y miseria creadas por el capitalismo decadente. El combate contra el fascismo debe estar ligado a la lucha más amplia por derrocar al capitalismo, tanto en México como internacionalmente, por medio de una revolución socialista que instaure una economía colectivizada y planificada para satisfacer las necesidades de la población.
Los estudiantes deben comprender que el proletariado es la única clase con el poder social y el interés objetivo de barrer con los fascistas y con el sistema que los engendra. Está en interés directo e inmediato del movimiento obrero aplastar a la escoria fascista mientras es pequeña. Para hacerlo, son necesarias movilizaciones centradas en la clase obrera organizada uniendo tras de sí a todas las posibles víctimas de los fascistas: inmigrantes, izquierdistas, mujeres, judíos, indígenas, homosexuales y personas negras. Una condición fundamental para llevar esto a cabo es una lucha política contra el nacionalismo, así como contra las ilusiones en que el estado y su brazo en el campus, la rectoría, pueden ser reformados para servir a los explotados y los oprimidos. Dichas ilusiones son empujadas tanto por las direcciones sindicales como por los grupos seudocomunistas. Sólo un partido revolucionario que lleve el programa comunista a la clase obrera puede realizar esta perspectiva.
El MTS, antifas liberales
Por su parte, los seudomarxistas del Movimiento de los Trabajadores Socialistas (MTS) están opuestos a este entendimiento marxista. En sus dos artículos acerca de la alimaña fascista en CCH-Sur (laizquierdadiario.mx, 29 de octubre y 23 de noviembre), el MTS tergiversa la naturaleza de los fascistas en servicio de un programa frentepopulista para “luchar contra la derecha”. Así, definen a los fascistas como simples grupos que buscan “desviar el descontento de la gente del problema central de la crisis que es el mismo sistema capitalista, dirigiéndolo a un sentimiento nacionalista, xenófobo y reaccionario”. Esta concepción liberal oculta el hecho de que, como enfatizó el dirigente revolucionario León Trotsky, “la esencia y el papel del fascismo consisten en liquidar completamente todas las organizaciones obreras e impedir todo renacimiento de las mismas” (¿Y ahora? Problemas vitales del proletariado alemán, 1932), y confunde al fascismo con la ideología derechista en general.
En contraposición a la perspectiva comunista de frentes unidos centrados en el poder de la clase obrera para destruir a los fascistas, el MTS busca construir un bloque amorfo, con un programa liberal “antiodio”, llamando a “todos los estudiantes del CCH y la UNAM, a los maestros y trabajadores de nuestro plantel, así como al mismo STUNAM —junto con las organizaciones sociales, políticas, sindicales y de derechos humanos—” para… “repudiar la existencia de estos grupos” y “no tolerar su intolerancia”.
Es más, en sus artículos igualan como “diferentes expresiones del ascenso de la ultraderecha” al fascista Amanecer Dorado en Grecia y a los regímenes populistas de derecha de Donald Trump en Estados Unidos y de Bolsonaro en Brasil. Trump y Bolsonaro no llegaron al poder por medio de movimientos fascistas de masas que hayan aniquilado las organizaciones de la clase obrera, sino dentro del marco del sistema electoral burgués. Llamarlos fascistas sirve para atar al proletariado a los demócratas en EE.UU. o a la política frentepopulista del PT en Brasil (por el que de hecho llamaron a votar los camaradas brasileños del MTS en las elecciones de 2018).
Luchando por la independencia política del proletariado para la destrucción del capitalismo y sus liendres fascistas, en la Juventud Espartaquista buscamos jóvenes obreros e intelectuales desclasados que combatan por los intereses históricos del proletariado, la única clase social genuinamente revolucionaria de nuestra época. ¡Únete a la Juventud Espartaquista!
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