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Espartaco No. 47 |
agosto de 2017 |
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Sobre el proteccionismo en los países dependientes
(Carta desde Sudáfrica)
7 de febrero de 2017
Estimados camaradas,
En nuestro artículo “¡Romper con el PRD y el Morena burgueses!” (Suplemento de Espartaco, enero de 2017), escribimos: “Los trotskistas no equiparamos el proteccionismo en los países neocoloniales —que constituye una medida de autodefensa nacional— con el proteccionismo de los imperialistas
—que impulsa el chovinismo racista y procura reafirmar la preponderancia de tal o cual burguesía imperialista—”. Esta línea es correcta respecto a nuestra actitud hacia el proteccionismo ejercido por los imperialistas. Sin embargo, éste no es siempre el caso cuando es implementado por países neocoloniales. En estos países, el proteccionismo puede adoptarse tanto como defensa nacional como para sojuzgar/dominar a otros países neocoloniales, y, justo como en el caso de los imperialistas, promueve el chovinismo, así como el apoyo a los amos imperialistas.
Por ejemplo, en junio del año pasado, Zimbabue decidió prohibir ciertas importaciones, principalmente de bienes de consumo de Sudáfrica, Zambia y Botsuana. El régimen de Robert Mugabe justificó esta maniobra afirmando la urgente necesidad de revivir la industria local. A pesar de reconocer las aflicciones económicas de Zimbabue, el gobierno de la Alianza Tripartita, dirigida por el CNA [Congreso Nacional Africano], declaró que Zimbabue no puede revivir su industria a costa de Sudáfrica. Con este fin, el gobierno sudafricano emitió ultimátums y amenazó con represalias, reclamando que la prohibición violaba el tratado de la Comunidad del África Meridional para el Desarrollo (un organismo económico regional). Esta reyerta llevó a protestas masivas en ambos lados de la frontera de Beitbridge. Los manifestantes zimbabuenses estaban preocupados principalmente por la perspectiva de escasez de bienes debida a la inevitable alza de los precios, mientras que los manifestantes sudafricanos eran principalmente comerciantes preocupados porque iban a perder ventas.
Algunos medios en Sudáfrica pintaban a Mugabe y sus acólitos como egoístas que se encuentran fuera de la realidad, empeñados en perpetuar la miseria de los zimbabuenses. Confundían las genuinas preocupaciones de los zimbabuenses con los intereses comerciales de la burguesía y los pequeños comerciantes sudafricanos, quienes obviamente favorecen el status quo. Al querer echar atrás la prohibición, la burguesía sudafricana quiere consolidar su dominio económico, mientras que al prohibir estos productos, principalmente agrícolas, Zimbabue busca revivir sectores clave de su industria nacional, un objetivo que los randlords frustraron constantemente. Difícilmente se mencionó que la burguesía sudafricana se beneficia de la miserable situación económica de Zimbabue, aunque es un hecho bien conocido. Los productos de consumo sudafricanos, incluyendo frutas y vegetales enlatados, tienen un mercado muy grande en Zimbabue.
Debido a su vulnerable estatus legal, el trabajo barato de los inmigrantes zimbabuenses es una bendición para la burguesía sudafricana. Desde la agricultura hasta la industria de la construcción y el sector de servicios, estos trabajadores soportan abusos indecibles. Mientras tanto, a [la federación sindical] COSATU y a otros sindicatos no les importa sindicalizarlos. Recientemente, en una maniobra que sin duda va a promover pogromos en contra de inmigrantes y extranjeros, el gobierno de la Alianza Tripartita, dirigida por el CNA, anunció que va a multar duramente a las compañías que contraten zimbabuenses en vez de locales. Esta acción está claramente dirigida a cortar las remesas, que son un salvavidas para la economía zimbabuense.
Otra debilidad de nuestra formulación expresada anteriormente es que no toma en cuenta cuál es nuestra actitud respecto al proteccionismo ejercido por las neocolonias en contra de los estados obreros deformados, particularmente China. Por ejemplo, debido a una caída mundial en los precios del acero en los últimos dos años, la burguesía y NUMSA [Sindicato de Obreros Metalúrgicos de Sudáfrica] han estado llamando por imponer aranceles a las importaciones de acero provenientes de China. No es necesario decir que esto encaja perfectamente con la agresiva campaña imperialista, ligeramente velada, para demonizar a China en el Mar de China Meridional, cuyo propósito no es otro que la contrarrevolución en el más poderoso de los estados obreros deformados que aún quedan.
Camaraderilmente,
Kgori
Espartaco responde: El camarada tiene razón.
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