Declaración del Grupo Espartaquista de México
Liquidación de LFC—brutal ataque privatizador
¡Defender al SME! ¡Movilizar la fuerza de la clase obrera!
¡Fuera PF de LFC! ¡Romper con AMLO y el PRD! ¡Forjar un partido obrero!
11 DE OCTUBRE—El gobierno federal del panista Felipe Calderón ha lanzado el ataque antiobrero más brutal de las últimas décadas mediante la liquidación de la paraestatal Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LFC), echando a la calle a sus más de 40 mil trabajadores (con más de 20 mil jubilados en la incertidumbre). Anoche, miles de elementos de la Policía Federal y militares ocuparon las instalaciones de la compañía como una medida preventiva contra el poderoso Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). El gobierno intenta destruir al SME --uno de los sindicatos más antiguos y con la reputación más combativa del país--. Previamente el gobierno había desconocido a la dirigencia sindical electa al negarle la antiobrera “toma de nota” y había congelado los recursos del sindicato. Estado burgués: ¡manos fuera de las organizaciones obreras!
Justificado en aras del aumento de la productividad y en contra de la “ineficiencia operativa y financiera”, este ataque significará la eliminación de conquistas obreras obtenidas mediante décadas de lucha de los trabajadores del SME y golpeará con saña la ya de por sí magra economía de la población del centro del país mediante la eventual eliminación de los subsidios al servicio vital de la energía eléctrica. La desaparición de LFC es un paso hacia la privatización de la industria eléctrica mediante la eliminación del principal obstáculo, el SME. La privatización abriría el camino a la explotación despiadada y significaría la aún mayor subordinación de la economía mexicana al imperialismo. Esta nueva embestida patronal es un ataque salvaje contra el movimiento obrero y contra todos los pobres. ¡Defender al SME! ¡Movilizar el poder social de la clase obrera—por huelgas obreras en solidaridad con el SME! ¡Abajo la privatización del sector energético!
Al ir tras un punto neurálgico del movimiento obrero, este ataque tiene además el propósito de desmoralizar y atomizar a la clase obrera en su conjunto. La victoria de esta embestida envalentonaría a la burguesía en el reforzamiento, ya en curso, del aparato represivo estatal --enmascarado con la “guerra contra las drogas”, cuyo verdadero blanco son los obreros combativos y las organizaciones de la izquierda-- ante los efectos devastadores de la crisis económica internacional. Según los patrones, “todos” debemos apretarnos el cinturón. En efecto, la naturaleza del capitalismo dicta que los obreros y campesinos alrededor del mundo han de pagar el precio de las crisis económicas. Es necesario destruir este sistema y remplazarlo, mediante la revolución socialista y su extensión internacional —especialmente a EE.UU.—, con una economía colectivizada y planificada internacionalmente centrada en la búsqueda de la satisfacción de las necesidades de la población.
El gobierno planea utilizar a los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), organizados en el SUTERM, en la operación de LFC. La venal burocracia corporativista del SUTERM durante décadas ha actuado en contubernio con el gobierno burgués y se ha ajustado al ideal de “productividad” explotadora que la patronal quiere aplicar en lo que hasta ayer era LFC. Obreros del SUTERM: ¡no actúen como esquiroles de Calderón—no remplacen a los trabajadores del SME!
Para luchar efectivamente contra esta embestida, es necesario combatir las ilusiones generalizadas en el populismo burgués de AMLO, el PRD y su apéndice, el PT, representantes del enemigo de clase que posan hoy como “aliados” del SME. El proletariado posee intereses de clase únicos y una enorme fuerza social, derivados de su posición en el engranaje productivo, que la llaman a desempeñar el papel dirigente en la consecución de las aspiraciones de todos los pobres y oprimidos mediante su propia emancipación y el establecimiento de un gobierno obrero y campesino. A la clase obrera no le falta ánimo de lucha; pero, mientras ésta se mantenga dominada por la política del populismo nacionalista burgués, será descarrilada hacia las ilusiones en la reforma democrática del capitalismo —he aquí el propósito de AMLO y su PRD: perpetuar este sistema de explotación y opresión—.
Rechazamos los prejuicios pequeñoburgueses según los cuales la defensa de los sindicatos depende de la política de sus dirigentes —como los de quienes se negaron a defender al sindicato minero priísta contra los ataques de los panistas—. Los genuinos trotskistas defendemos a todas las organizaciones obreras contra el estado. Como escribimos en marzo de 2006 en defensa del sindicato minero:
“La defensa clasista de los sindicatos requiere una lucha por su independencia completa e incondicional de la burguesía y su estado —la premisa para conseguir la democracia sindical y transformar a los sindicatos en organismos de lucha por los intereses de las grandes masas explotadas—. Esto significa romper con toda ilusión en los partidos patronales —el PRI, el PRD y el PAN—. Significa luchar por la construcción de un partido obrero revolucionario para aplastar el asesino sistema capitalista, que se basa en la búsqueda de ganancias, y remplazarlo con el régimen de los obreros mediante la revolución socialista internacional. Ése es el propósito del Grupo Espartaquista de México, sección de la Liga Comunista Internacional (Cuartainternacionalista)”.
—Grupo Espartaquista de México
ASISTE AL MITIN DEL GRUPO ESPARTAQUISTA DE MÉXICO
MARTES 13 DE OCTUBRE 14 HRS.
PUERTA PRINCIPAL DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS, CU, UNAM
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