Spartacist (edición en español) Número 40

Septiembre de 2017

 

Corrección: Sobre Bangladesh y la guerra indo-pakistaní de 1971

La VII Conferencia Internacional de la LCI aprobó la siguiente moción.

La posición tomada en el artículo sobre Bangladesh, publicada en Workers Vanguard No. 4, enero de 1972 (“Nuevos amos de Bangladesh”) y repetida en una serie de artículos hasta 1975, estaba equivocada. Dicho artículo llamaba por el derrotismo revolucionario en la guerra indo-pakistaní de 1971, afirmando erróneamente que la lucha por la independencia de Bangladesh se había vuelto una cuestión secundaria en cuanto el ejército indio intervino en Bengala Oriental. Con esta posición, no apoyamos la lucha justa de las masas de Bengala Oriental por su liberación nacional y en realidad no tomamos en cuenta la masacre genocida de bengalíes orientales a manos de las fuerzas armadas pakistaníes.

El desdén por las luchas contra la opresión nacional que satura estos artículos estaba estrechamente vinculado a esta línea falsa. Dijimos con un tono sarcástico: “El reformista Socialist Workers Party [Partido Obrero Socialista], que considera cualquier cosa, desde la huelga general del año pasado en Quebec hasta una reunión de demócratas negros, como ejemplos del ‘nacionalismo revolucionario’...” (“Bangladesh: El fruto de la traición”, WV No. 16, febrero de 1973). Fuimos capaces de ridiculizar a nuestros oponentes por ir a la cola del nacionalismo pequeñoburgués, pero no de actuar como campeones de las luchas de las naciones oprimidas. En el mismo artículo, citamos la pobreza y la represión en Bangladesh, un país semicolonial, para justificar nuestra negativa a reconocer que la realización de la independencia fue una victoria para los bangladeshíes. Escribimos: “Ésta es la realidad de la ‘independencia’ de Bangladesh. Éste es el significado de darle apoyo ‘crítico’ a la ‘liberación’ de Bengala Oriental por el ejército indio”.

Deberíamos haber dado apoyo militar (pero no político) a la intervención del ejército indio, el cual actuó en los hechos al servicio de la independencia de Bangladesh. Incluso después de que quedó abundantemente claro que era falsa nuestra proyección de que la India remplazaría a Pakistán como el amo político y militar de Bengala Oriental, repetimos y defendimos arrogantemente esta posición. También la justificamos en algunos casos alegando que la India era imperialista (y también Pakistán). Además, nuestra posición reflejó ignorancia acerca de la realidad del subcontinente indio, en particular en cuanto a la división religiosa trazada en sangre por la Partición [de la India en 1947]. La noción de que el estado indio hindú trataría de absorber a la vasta población abrumadoramente musulmana de Bengala Oriental fue una completa falacia.