Espartaco No. 50

Octubre de 2018

 

UNAM: Ataques porriles e ilusiones liberales

¡Por educación pública y gratuita para todos!

(Joven Espartaco)

El 3 de septiembre un grupo de porros armado con tubos, petardos, piedras y bombas molotov, y bajo la dirección del jefe de Vigilancia UNAM, Teófilo Licona, atacó en la explanada de rectoría una marcha conformada principalmente por alumnos de CCH-A y otras escuelas que protestaba, entre otras cosas, por la falta de asignación de profesores y por la imposición de cuotas de 100 pesos para la reinscripción de los alumnos en ese plantel. Los porros hirieron al menos a cuatro personas, dos de ellas de gravedad. Los espartaquistas protestamos contra este ataque brutal y gansteril y decimos una vez más: ¡Fuera porros de la UNAM! ¡Policías de Vigilancia UNAM fuera de la universidad y del STUNAM!

La represión porril desató un movimiento estudiantil que reivindicaba demandas como la “democratización de las universidades” y el desmantelamiento de los grupos porriles, además del fortalecimiento y la mayor intervención de la policía en la UNAM. Como hemos subrayado en el pasado, los porros son los golpeadores a sueldo de la rectoría y el estado, cuyo objetivo es intimidar y finalmente eliminar cualquier disidencia y focos de radicalización política de izquierda en la universidad. De la misma forma que el estado burgués —cuyo núcleo son el ejército, la policía, los tribunales y las cárceles— se encarga de reprimir a la población para mantener en pie el régimen capitalista, la rectoría —siendo la representante del estado burgués en la universidad— se apoya tanto en sus grupos de choque porriles como en sus policías de Vigilancia UNAM. La tarea de estos policías de Vigilancia UNAM es mantener el control dentro del campus, aplastar el descontento y reprimir a los jóvenes. Es importante entender que el objetivo de la policía no es “proteger” a los estudiantes. Una mayor intervención de la misma en el campus —por ejemplo como lo quiere el movimiento estudiantil llamando a que la Secretaría de Seguridad Pública garantice la seguridad— únicamente tendrá como resultado más represión, especialmente contra la izquierda, y mayor regimentación estatal.

La lucha contra la represión de la burguesía debe estar vinculada a la lucha contra el régimen capitalista mismo mediante la movilización del poder de la clase obrera. Para terminar con ella de raíz, y para cambiar el carácter de las universidades —que bajo el capitalismo son las instituciones encargadas de entrenar al futuro personal técnico, administrativo e ideológico que servirá a la burguesía— es necesaria la destrucción del capitalismo. Este entendimiento está contrapuesto a las ilusiones liberales entre muchos estudiantes de hacer de la universidad una “isla democrática” abstraída de la sociedad capitalista. Como explicamos en Espartaco No. 49, abril de 2018:

“Estamos por abolir la rectoría y por el control de las universidades por parte de los trabajadores, profesores y estudiantes. Estas consignas junto con nuestro llamado por una educación gratuita y de calidad para todos, apuntan a la necesidad de la revolución socialista. Sólo bajo un gobierno obrero y campesino la educación y la cultura realmente estarán no sólo al alcance sino también al servicio de los trabajadores y campesinos”.

—“MTS a la cola de policías en la UNAM”

Otra de las demandas adoptada por los estudiantes fue “construir nuevos mecanismos de seguridad que incluyan a la comunidad estudiantil, docentes y trabajadores y que se conformen comités con esta triple representación”. Pero esto es un llamado reaccionario por que la comunidad universitaria sea un auxiliar del estado burgués y de la rectoría para reprimir dentro del campus, al lado de Vigilancia UNAM y los porros.

MTS defiende a Vigilancia UNAM

Una condición indispensable para una movilización exitosa de los trabajadores contra los porros y la represión es la independencia del movimiento obrero del estado burgués. Concretamente en la UNAM, esto significa echar a Vigilancia UNAM del STUNAM y de la universidad. Pero esta perspectiva de lucha es ajena al seudomarxista Movimiento de los Trabajadores Socialistas (MTS). En una evidente respuesta a nuestra polémica en Espartaco No. 49, el MTS justifica su posición de hacer pasar a los policías de Vigilancia UNAM como trabajadores, afirmando que las funciones de éstos consisten sólo en “disuadir” y “vigilar”. El MTS continúa:

“Hay una diferencia categórica entre un vigilante que está en una caseta de estacionamiento o de acceso a una dependencia, que hace rondines por pasillos, oficinas, vías de circulación, salones, y se coordina con sus compañeros de trabajo de intendencia, de labores administrativas y académicas, y la del carácter de clase y represión, función de los cuerpos policiales al servicio de Rectoría y las autoridades universitarias. Quienes los equiparan, comenten el error de hacer una visión simplista y reduccionista que nada tiene que ver con la realidad de esta materia de trabajo en la UNAM”.

—“El departamento de ‘Vigilancia UNAM’ y la lucha estudiantil” (11 de septiembre, laizquierdadiario.mx)

Así, el MTS, en su afán de justificar su grotesca posición, divorcia de forma artificial las actividades de “vigilancia” y “disuasión” de las funciones policiales “represivas de clase” de las cuales son parte integral. A estos seudotrotskistas no les pasa por la mente que todo ello no es más que parte de las actividades represivas de la rectoría, la cual tiene a su servicio a toda una red de esbirros “dando rondines” (o sea haciendo vil patrullaje) a lo largo del campus o “disuadiendo”. Al disfrazar estos hechos, el MTS le lava la cara a la rectoría y crea ilusiones suicidas en la policía.

Los centristas antisindicales del GI

En un cínico volante de inicios de septiembre, el Grupo Internacionalista (GI) afirma:

“Al igual que los ‘sindicatos’ corporativistas en el seno del movimiento obrero, los grupos porriles en las escuelas hacen las veces de cuerpos parapolicíacos cuya finalidad es mantener en paz los ámbitos en que trabajan: los charros impidiendo la movilización independiente de los trabajadores, los porros controlando a los estudiantes que desafían a las administraciones escolares, representantes de la clase dominante en las escuelas y, sobre todo, intentando impedir mediante la violencia la conformación de agrupaciones izquierdistas”.

—“La burocracia universitaria suelta a sus esbirros en medio de la ‘transición de terciopelo’”

Así, el GI equipara a las organizaciones elementales de la clase obrera con grupos parapoliciacos burgueses. Estos seudotrotskistas hacen eco de la campaña antisindical de la burguesía mexicana y de los prejuicios pequeñoburgueses presentes en muchos estudiantes para quienes los sindicatos no son más que organizaciones que deberían de desaparecer. En este contexto, intentan dirigir el descontento antiporril hacia la destrucción de las organizaciones de la clase obrera. Como hemos señalado, el GI determina el carácter de clase de los sindicatos por el partido burgués que sigue su dirección, considerando a los sindicatos con direcciones que están detrás del PRI como organizaciones del “enemigo de clase” y como genuinamente obreras sólo a aquellas dirigidas por burócratas que están detrás del PRD o Morena (como el STUNAM). Ciertamente, la dirigencia clasista necesaria para remplazar a las burocracias procapitalistas actuales no vendrá de grupos reformistas como el GI y el MTS.

En contraposición, luchamos por elevar la conciencia de la clase obrera más allá, hacia la lucha por la revolución socialista mundial, la única forma de acabar con la miseria y la opresión del sistema capitalista. La Juventud Espartaquista es una arena de entrenamiento para forjar cuadros revolucionarios. Buscamos reclutar a los jóvenes que hagan suyos los intereses históricos de la clase obrera. ¡Estudiantes y jóvenes, únanse a la clase obrera para luchar! ¡Forjar un partido obrero revolucionario!