Espartaco No. 46

Octubre de 2016

 

UE: Enemiga de obreros e inmigrantes

Brexit: ¡Derrota para banqueros y patrones europeos!

Declaración del Comité Central de la Spartacist League/Britain

Traducido de Workers Hammer No. 235 (verano de 2016). Después de la publicación de este artículo, el 21 de septiembre Jeremy Corbyn fue reelegido para dirigir al Partido Laborista habiendo obtenido el 61.8 por ciento de la votación.

24 DE JUNIO—Con base en nuestro consistente historial de oposición proletaria, revolucionaria e internacionalista a la Unión Europea (UE) dominada por los imperialistas, la Spartacist League/Britain festeja el voto decisivo por la salida británica (Brexit). Ésta es una impresionante derrota para la City of London, los patrones y los banqueros de Europa en su conjunto, así como también para Wall Street y el gobierno imperialista de EE.UU. El voto por la salida es una expresión de hostilidad por parte de los oprimidos y los desposeídos no sólo hacia la UE, sino también hacia el petulante establishment que gobierna Gran Bretaña, cuya devastación de los servicios sociales y la industria ha lanzado a secciones enteras del proletariado a la miseria.

Como escribimos en Workers Hammer (No. 234, primavera de 2016), al llamar a votar por la salida: “En medio del creciente caos que acosa a la UE, una salida británica sería un verdadero golpe a este conglomerado dominado por los imperialistas, desestabilizándolo aún más y creando condiciones más favorables para la lucha de la clase obrera a través de Europa, incluyendo contra el debilitado y desacreditado gobierno tory (conservador) en Gran Bretaña. Pero el fracaso del laborismo y la burocracia sindical —como el de los socialdemócratas y los burócratas sindicales a lo largo de Europa— para movilizarse en contra de la UE, en cambio, ha cedido el terreno de oposición a reaccionarios y fascistas abiertamente antiinmigrantes”.

Con un gran sentimiento en contra de la UE entre los trabajadores en Francia, España, Italia y Grecia, el voto por el Brexit animará la oposición a la UE en otros lugares de Europa. El propósito principal de la UE es maximizar las ganancias de las clases gobernantes imperialistas a costa de los obreros, desde Alemania hasta Grecia, así como de los países más débiles de Europa. La salida británica podría marcar la sentencia de muerte para este club capitalista inherentemente inestable. ¡Abajo la UE! ¡Por la revolución obrera para aplastar el dominio capitalista! ¡Por los estados unidos socialistas de Europa!

La extrema derecha y las fuerzas fascistas —incluyendo al UKIP [Partido por la Independencia del Reino Unido] en Gran Bretaña y el Frente Nacional en Francia— se regocijan hoy por “su” victoria. El UKIP descaradamente alimentó el vil racismo antiinmigrante, incluso a través de un asqueroso cartel que daba a entender que miles de refugiados de piel oscura se encontraban a la puerta de Gran Bretaña. Pero el UKIP no tiene el monopolio del racismo: Cameron invocó el espectro de campamentos de inmigrantes similares a los de la “jungla” de Calais en Francia desplazándose hacia Inglaterra en el caso de una salida británica. Los gobiernos laboristas también han avivado el racismo antiinmigrante como los tories. Nosotros decimos: ¡No a las deportaciones! ¡Plenos derechos de ciudadanía para todos los que lleguen a Gran Bretaña! ¡Abajo la racista Fortaleza Europa!

Quienes votaron por el Brexit lo hicieron por una variedad de razones. Pero sólo aquéllos dentro del movimiento obrero que se empeñan en negar la realidad verán el voto por el Brexit como un simple impulso al UKIP y la derecha tory. Cameron ha renunciado, los conservadores se encuentran amargamente divididos, los amos capitalistas de Europa están conmocionados. Ahora es el momento para que la lucha obrera comience a echar atrás décadas de concesiones a la burguesía en términos de salarios, condiciones laborales y derechos sindicales por parte de los burócratas sindicales reformistas. Para empezar, la fuerza laboral multinacional y multiétnica del NHS [Servicio Nacional de Salud] debería hacer pedazos el funesto acuerdo impuesto a los médicos de reciente ingreso y movilizarse para luchar por un revitalizado y expandido servicio nacional de salud que proporcione cuidado de calidad a todos de manera completamente gratuita en el punto de servicio. Al menos dichos médicos lucharon, a diferencia de Len McCluskey y el resto de los líderes sindicales procapitalistas quienes se negaron siquiera a movilizar a sus bases para luchar contra la nueva y perniciosa ley antisindical de Cameron. Lo que se necesita es una lucha por una dirección clasista en los sindicatos.

En la secuela de la rapiña de Grecia por la UE, el ala “izquierda” del Brexit, que incluye al Partido Comunista, el Socialist Workers Party (SWP, Partido Obrero Socialista) y el Partido Socialista, ofreció una campaña poco entusiasta a favor de votar por la salida. Desde su reformista punto de vista del “viejo laborismo”, la UE es un obstáculo para alcanzar su programa máximo: la renacionalización de la industria británica bajo un gobierno laborista de izquierda. De cara a los cierres de plantas siderúrgicas, en última instancia esto se reduce a un llamado proteccionista por “salvar los trabajos británicos”, lo cual fomenta el chovinismo antiextranjero y está contrapuesto a una perspectiva de lucha clasista. La mañana posterior al voto a favor del Brexit, la demanda principal del SWP era: fuera tories, por una elección general.

Hace un año, la misma indignación y descontento en la base de la sociedad que impulsó el voto para salir de la UE también alimentó la elección de Jeremy Corbyn a la dirigencia del Partido Laborista, abriendo la posibilidad de reforjar los lazos históricos entre el laborismo y su base en la clase obrera, y así revertir dos décadas de planes blairistas para convertir al Partido Laborista en un partido plenamente capitalista. Pero al hacer campaña por votar por la permanencia (dentro de la UE), Corbyn pisoteó los intereses de los muchos trabajadores y minorías que volteaban hacia él en busca de un cambio. El crimen no paga: cuando se dieron a conocer los resultados del referéndum, los enemigos de Corbyn empezaron a conspirar para destituirlo de la dirección lo antes posible. Está en el interés de la clase obrera rechazar cualquier y todo intento del ala derecha laborista por retomar el control del partido.

Hoy el país se encuentra dividido por clases, regiones y naciones. Inglaterra —fuera de Londres— y Gales votaron por salir de la UE. La mayoría en Irlanda del Norte votó por permanecer, un reflejo del temor entre los católicos de que los controles fronterizos entre el Norte y el Sur sean reinstituidos. Escocia también votó por permanecer en la UE, y el SNP [Partido Nacional Escocés] ha declarado que un segundo referéndum sobre la independencia se encuentra en el orden del día. El SNP nacionalista burgués está comprometido con mantener la membresía de una Escocia “independiente” en los principales clubes imperialistas occidentales —la alianza militar de la OTAN y la UE—. La capitulación de Corbyn ante los imperialistas de la UE ha privado a la oposición obrera a la UE en Escocia (así como en otros lugares) de una voz política.

El voto a favor del Brexit es la segunda vez en un año en que las masas trabajadoras en Europa han votado en repudio a la UE. El voto de julio del año pasado en Grecia contra la austeridad de la UE fue totalmente traicionado por el gobierno burgués de Syriza, poniéndose de rodillas ante los bancos europeos. La cuestión candente que se plantea es qué tipo de partido es el que necesita la clase obrera para representar sus intereses. Los problemas fundamentales que enfrenta la clase obrera no pueden resolverse dentro de un marco parlamentario. Necesitamos un gobierno basado en consejos obreros que expropie a la clase capitalista.

Como parte de la Liga Comunista Internacional (Cuartainternacionalista) buscamos construir partidos obreros revolucionarios, en Gran Bretaña y alrededor del mundo, con base en el entendimiento de que sólo mediante la movilización masiva de la clase obrera en lucha podrán los trabajadores combatir por sus propios intereses y actuar en defensa de todos los oprimidos. Revoluciones socialistas, especialmente en los países económicamente más desarrollados de Europa, incluyendo a Gran Bretaña, establecerán economías racionalmente planificadas, basadas en la división internacional del trabajo. El derrocamiento de las clases capitalistas gobernantes y el desarrollo de las fuerzas productivas bajo unos estados unidos socialistas de Europa abrirán el camino a una sociedad socialista global.