Espartaco No. 44 |
Noviembre de 2015 |
Elecciones en Grecia
Trotskistas dijeron: ¡Ningún voto a Syriza ni a Unidad Popular!
¡Por lucha obrera contra la UE y el euro!
Traducido de Workers Vanguard No. 1074 (18 de septiembre), periódico de nuestros camaradas de la Spartacist League/U.S.
El partido burgués Syriza ganó las elecciones de enero de 2015 y accedió al poder en Grecia con base en su retórica antiausteridad. Una vez en el poder, el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras cedió una y otra vez a los dictados de los banqueros alemanes y las demás potencias dominantes de la Unión Europea (UE). A pesar de ello, los imperialistas de la UE siguieron exigiendo más sacrificios del pueblo griego. En un referéndum el 5 de julio, los electores griegos rechazaron rotundamente las más recientes condiciones rapaces del “rescate” exigidas por la llamada Troika (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional).
Sin embargo, una semana después, el gobierno dirigido por Syriza hizo mofa del resultado del referéndum al acordar con la UE un “tercer memorándum” que incluía medidas aún más severas que las que habían sido rechazadas en el referéndum. Aunque el podrido acuerdo de Tsipras con los amos imperialistas de Grecia recibió un apoyo abrumador en el parlamento, decenas de parlamentarios de Syriza votaron contra el memorándum o se abstuvieron, desestabilizando al gobierno. Tsipras anunció entonces su renuncia como primer ministro, lo cual condujo a elecciones anticipadas. El 20 de septiembre Syriza obtuvo de nuevo el triunfo con alrededor del 35 por ciento de los votos y Tsipras fue reelegido.
A continuación publicamos una declaración, fechada el 7 de septiembre, de nuestros camaradas del Grupo Trotskista de Grecia (GTG).
* * *
El Grupo Trotskista de Grecia está opuesto por principio a cualquier voto por el partido capitalista Syriza en las elecciones del 20 de septiembre, al igual que nos opusimos a él en las elecciones de 2012 y en enero de este año. En el poder, Syriza demostró ser exactamente lo que dijimos antes de que fuera elegido —un partido comprometido con la UE imperialista y un enemigo de los obreros y los oprimidos—. También nos oponemos por principio a cualquier apoyo para Unidad Popular (LAE), la escisión de Syriza. LAE es un “frente” burgués populista que intenta salvar la enlodada bandera antiausteridad que Syriza pisoteó a meses de su elección.
Lazafanis (el líder de LAE) y compañía no ofrecen ninguna alternativa obrera frente al Syriza burgués. Se mantuvieron en el gobierno de Syriza hasta la renuncia de Tsipras, demostrando que están dedicados a mantener la estabilidad capitalista y que su voto contra el memorándum fue puro espectáculo. ¡LAE promete salir del euro (pero no de la UE) sólo si se vuelve necesario! Pero los sucesos de los meses recientes han dejado más claro que el agua que no hay absolutamente ninguna forma de avanzar para los obreros y oprimidos de Grecia dentro de la camisa de fuerza de la UE imperialista y su instrumento, el euro. ¡Abajo el euro y la UE! ¡Hacer trizas el tercer memorándum! ¡Repudiar la deuda!
Para castigar a los trabajadores griegos por atreverse a votar “no” en el referéndum del 5 de julio, la Troika empujó un programa aún más salvaje de hambre, miseria y humillación. Syriza aceptó este chantaje imperialista. ¡Basta! Esta crisis no puede solucionarse en las urnas. El único camino hacia adelante es una dura lucha por parte de la clase obrera, a la cabeza de todos los oprimidos, para repudiar la capitulación de Syriza. El 17 de julio el GTG publicó un llamado dirigido a las amplias capas del movimiento obrero y sus aliados para formar comités de acción obreros (ver Suplemento de Espartaco, agosto de 2015):
“Se debe repudiar la UE y el euro. Hay que establecer comités compuestos de obreros de diferentes tendencias y sus aliados —la juventud, los desempleados, los inmigrantes y los jubilados— por todo el país para luchar por este propósito y por un gobierno que actúe en interés de los trabajadores y esté subordinado a ellos. No se puede ganar esta batalla dentro del marco parlamentario... ¡Romper con los capitalistas y sus bancos!”.
También llamamos a los trabajadores con conciencia de clase que compartan esta perspectiva a lo largo de la Unión Europea a apoyar estos objetivos; ¡por lucha de clases conjunta de los obreros griegos, alemanes y de otros países europeos contra Schäuble, Merkel, Hollande y todos los criminales de la UE!
La Liga Comunista Internacional, de la cual el GTG es una sección, se ha opuesto por principio a la UE desde su origen. La UE es un consorcio inestable —dominado por el imperialismo alemán— cuyo objetivo es rebajar los estándares de vida de los trabajadores de toda Europa, incluso de países imperialistas como Alemania. El euro es un instrumento para la dominación económica de los estados más pobres por parte de las principales potencias. La única salida de la pesadilla de crisis capitalistas recurrentes es unir a los obreros a lo largo y ancho de Europa en una lucha para barrer a la UE imperialista mediante la lucha por revoluciones socialistas aquí e internacionalmente. ¡Por los estados unidos socialistas de Europa!
Tanto en 2012 como en las elecciones de enero de este año, el GTG llamó por un voto para el reformista KKE [Partido Comunista de Grecia] porque se había opuesto consistentemente tanto a Syriza como a la UE imperialista. Pero en el referéndum del 5 de julio la dirección del KKE llamó a los trabajadores a desperdiciar su voto invalidándolo con las consignas del KKE. Esta traición se contrapuso directamente a la oposición declarada del KKE a la UE. Llamamos al KKE a repudiar su posición en el referéndum del 5 de julio. Si el KKE lo hace, le daremos apoyo crítico en esta elección.
La respuesta del KKE al referéndum del 5 de julio también estuvo en contra de cada uno de los llamados que el propio KKE ha hecho a votar “no” en referéndums de la UE —desde el Tratado de Maastricht hasta el Tratado de Lisboa—. Y en 2011, el KKE llamó a votar por el “no” en el referéndum propuesto por Papandréu del PASOK sobre el segundo memorándum (ver Rizospastis [diario del KKE] del 3 de noviembre de 2011, primera plana). Los líderes del KKE declararon que rechazar el acuerdo de la Troika del 5 de julio era un voto implícito por el paquete podrido de austeridad del propio Syriza. Ya fuera en 2011 o en 2015, rechazar el acuerdo de la Troika no era otra cosa que mandar un mensaje a los gobernantes imperialistas de la UE de que se fueran al diablo.
En la antesala del referéndum del 5 de julio el GTG publicó una declaración llamando: “¡Votar NO! ¡Abajo la UE! ¡Ningún apoyo al gobierno de Syriza!”. Explicamos que un voto por el “sí” sería una derrota terrible para los trabajadores de toda Europa que daría luz verde a los gobernantes imperialistas y capitalistas para devastar incluso más las condiciones de vida de millones de personas. Además, un triunfo del “sí” habría hecho la vida más fácil a Syriza, ya que podría haber dicho que el voto por el “sí” los obligaba a imponer la austeridad. El resonante voto por el “no” significa que Syriza está ahora completamente expuesto como un patético lamebotas de los imperialistas, habiendo capitulado a la Troika a pesar del mandato popular para rechazar el acuerdo.
El voto del 5 de julio ha servido para desestabilizar el orden parlamentario en Grecia, proporcionando una oportunidad para que la clase obrera salte a la palestra para luchar. Tal lucha debe ir más allá del circo electoral burgués y de la estrategia de intentar presionar al parlamento para regresar a los días previos al memorándum. Debe apuntar, en cambio, a la necesidad de una solución proletaria y revolucionaria a la crisis.
El GTG se opone a cualquier apoyo al bloque electoral de Antarsya y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (EEK, sección de la Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional altamirista). Estos reformistas fueron primero a la cola del Syriza burgués y ahora van a la cola del LAE populista burgués. Mientras que decían oponerse a Syriza en las elecciones de enero, estos grupos demostraron sus verdaderos colores en febrero cuando acudieron en manada a las manifestaciones progobierno en favor de la unidad nacional. Estas manifestaciones tenían el objetivo de fortalecer la posición de Tsipras en las “negociaciones” para la capitulación a la Troika. En su “Declaración de Antarsya/Elecciones del 20 de septiembre”, fechada el 3 de septiembre, ahora Antarsya y el EEK se quejan de que LAE “parece no haber sacado conclusiones del camino tomado por Syriza”. Claramente los reformistas de Antarsya y del EEK son también incapaces de sacar las “conclusiones” apropiadas. Su declaración para las elecciones llama por un voto en contra de Syriza, Nueva Democracia, PASOK, Potami y Amanecer Dorado pero no contra LAE. Está claro que Antarsya y el EEK quieren presionar a LAE para que se convierta en el “nuevo” (es decir, viejo) Syriza.
Tales políticas de presión parlamentaria impulsadas por la izquierda reformista durante toda la crisis son un callejón sin salida. Nuestro llamado por comités de acción obreros es un llamado a fuerzas mucho más grandes y amplias que las nuestras para emprender la lucha contra la UE y el euro, basada en la movilización del poder independiente de la clase obrera. Éste no es un llamado a presionar a fuerzas como LAE a moverse a la izquierda, ni para elegir un gobierno capitalista más de izquierda. Las consignas sugeridas en nuestro llamado abordan las necesidades urgentes e inmediatas de los trabajadores: ¡Trabajo para todos mediante la reducción de la semana laboral sin pérdida de salario! ¡Pensiones decentes para todos los jubilados vinculadas al costo de la vida ya! ¡Servicios médicos y vivienda de calidad para todos! ¡Por control obrero de la distribución y los precios de la comida! ¡Abolir el IVA! Los capitalistas, incluidos sus agentes de “izquierda” como Syriza, han demostrado que su sistema es incapaz de satisfacer las necesidades básicas de vida para las masas. Es hora de que la clase obrera luche por tomar control de la sociedad: ¡Expropiar los bancos, los servicios, el transporte, los puertos y la industria marítima!
Si la pequeña burguesía arruinada y las masas de desempleados no ven a la clase obrera dirigiendo tal lucha, estarán cada vez más atraídos por las soluciones “radicales” ofrecidas por los fascistas. Los fascistas de Amanecer Dorado quedaron en tercer lugar en las pasadas elecciones de enero y ahora buscan tomar ventaja de la capitulación de Syriza para posar como los “salvadores” populistas de la nación. Amanecer Dorado actualmente se nutre del abuso chovinista del gobierno contra miles de inmigrantes desesperados que llegan cada semana, quienes han arriesgado sus vidas para penetrar las fronteras de la racista fortaleza europea a través de Grecia. En oposición al racista uso de los inmigrantes como chivos expiatorios por parte del estado y los fascistas, ¡la clase obrera debe luchar por plenos derechos de ciudadanía para todos los inmigrantes! Los comités de acción obreros lucharían por trabajos para miles de obreros de la construcción desempleados mediante la construcción de vivienda gratuita y de calidad para todos los inmigrantes que hayan logrado llegar hasta aquí, así como para los cada vez más numerosos indigentes griegos.
Los fascistas quieren desviar la indignación de los pobres no sólo contra los inmigrantes, sino también contra los izquierdistas, los gays y los militantes sindicales. Su meta última es la destrucción física de los sindicatos y la izquierda, razón por la cual los capitalistas mantienen a los fascistas en reserva. Esto hace urgentemente necesario poner en acción el poder social de los sindicatos y los obreros más ampliamente en movilizaciones masivas de frente unido para detener a los fascistas. ¡Por guardias obreras de defensa para aplastar la amenaza fascista! ¡Defender a los inmigrantes contra los ataques racistas!
El KKE, no obstante su peso social en los sindicatos, no tiene ninguna perspectiva de tomar la iniciativa para movilizar contingentes de obreros, basados en los sindicatos, en defensa de los inmigrantes, los izquierdistas y los gays, barriendo a los fascistas de las calles. En su lugar llama a “aislar” a los fascistas, como si el fascismo fuera meramente una cuestión de malas ideas. El programa nacional-populista del KKE, expresado en sus llamados por el “poder popular” y por la defensa de las fronteras griegas, es un obstáculo para combatir la demagogia populista de los fascistas. Es también un obstáculo político a la lucha por la toma revolucionaria del poder por parte de la clase obrera, porque encadena a ésta a sus explotadores capitalistas.
Si hoy muchos obreros carecen de conciencia revolucionaria, no es simplemente por las condiciones “objetivas”, sino por el carácter oportunista de la dirección actual del movimiento obrero, y en particular del KKE. Lo que se necesita es un partido revolucionario como el de los bolcheviques de Lenin y Trotsky. Tal partido se forjará mediante la lucha contra la ruina capitalista y la reacción fascista. Dicho partido no puede ser “nacional”, sino que debe formar parte de un partido revolucionario internacional con secciones en cada país. Es la perspectiva del GTG luchar por ese partido como parte de una IV Internacional reforjada.