Espartaco No. 43 |
Marzo de 2015 |
Espartaquistas dijeron: ¡Ningún voto a Syriza! ¡Votar por el Partido Comunista!
Grecia: Elecciones de austeridad de la Unión Europea
El pequeñoburgués Syriza salió triunfante de las elecciones griegas del 25 de enero, habiendo obtenido más del 36 por ciento de los votos, y el nuevo gobierno capitalista ha estado ocupado tratando de renegociar el pago de la masiva deuda griega —tras varias semanas de negociaciones, lo más que los imperialistas otorgaron fue una extensión de cuatro meses del plan de financiamiento—. Mientras tanto, las potencias dominantes de la Unión Europea (UE), principalmente los banqueros alemanes, exigen que se mantenga la austeridad.
En medio del desempleo y la pobreza masivos debidos a la profunda crisis económica capitalista actual en Europa, la cuestión central detrás de las elecciones fue si Grecia permanecería en la UE imperialista y seguiría apegada al euro. La mayoría de los autoproclamados socialistas en Grecia e internacionalmente suspiraban por la victoria de Syriza, un partido pequeñoburgués de retórica izquierdista dirigido por Alexis Tsipras, a pesar de su compromiso explícito de mantener a Grecia en la UE. En contraste, nuestros camaradas del Grupo Trotskista de Grecia (TGG) llamaron por apoyo crítico electoral al Partido Comunista Griego (KKE), como lo hicieron en las elecciones de 2012. A continuación publicamos la traducción de una declaración del TGG del 15 de enero, la cual exige: ¡Abajo la UE! ¡Por la revolución obrera! ¡Por unos estados unidos socialistas de Europa!
El Grupo Trotskista de Grecia, sección de la Liga Comunista Internacional (Cuartainternacionalista) llama a votar por el KKE en las elecciones generales del 25 de enero. El KKE, de manera única en la izquierda, se presenta en estas elecciones en oposición total tanto a la UE como a todos los partidos que la defienden, incluyendo al partido pequeñoburgués Syriza. ¡Ningún voto a Syriza!
Como trotskistas, nuestra perspectiva es la lucha por la revolución obrera aquí e internacionalmente. Por lo tanto, nos oponemos a Syriza no sólo debido a su compromiso de mantener a Grecia dentro de la UE —una promesa de más hambre y desempleo—, sino también porque no representa, de ninguna manera, los intereses de la clase obrera. El programa de Syriza es burgués y su base está en la pequeña burguesía —dueños de pequeños negocios, granjeros y profesionistas como abogados, doctores, profesores, etc.—, la cual es un estrato de la sociedad sin intereses independientes de clase. Bajo el capitalismo, este estrato suele movilizarse detrás de los intereses de la burguesía. La moderada retórica antiausteridad de Syriza y sus posiciones de apariencia izquierdista sobre algunas cuestiones sociales podrán hacer que la burguesía ponga el grito en el cielo por su supuesto radicalismo, y los imperialistas de la UE y los capitalistas griegos están preocupados porque no confían en que Syriza vaya a imponer la austeridad dictada por la UE. No obstante, el carácter de clase de Syriza es burgués. Ello significa que cualquier tipo de apoyo político a Syriza por parte de los marxistas revolucionarios sería un acto sin principios.
Los reformistas de Antarsya no poseen tales principios y, aunque dicen oponerse a la UE, no se atreven a llamar explícitamente por un voto contra Syriza. Antarsya se queja de que el KKE “apunta su fuego más contra las fuerzas combativas de la izquierda que contra el gobierno y el sistema” (“Declaración de ANTARSYA para las elecciones del 25/I”). Dado que el KKE dirige sus polémicas principalmente hacia Syriza, esto equivale a un ataque al KKE desde la derecha en defensa de Syriza. ¡Ningún voto a Antarsya! A diferencia del resto de la izquierda reformista, el KKE se opone a cualquier tipo de apoyo político a Syriza y ha rechazado sus insinuaciones para formar una coalición y establecer un gobierno capitalista “de izquierda”.
La Liga Comunista Internacional ha mantenido una oposición principista a la UE imperialista y al euro desde el principio. El propósito de la UE es facilitar la subordinación de los países capitalistas más débiles, como Grecia, por parte de las potencias imperialistas europeas, dirigidas por Alemania, así como la imposición de la austeridad salvaje contra los trabajadores de toda Europa, incluyendo los de Alemania. La UE, el FMI y los capitalistas locales han devastado los estándares de vida de las masas en Grecia, Portugal, España y otros países, y siguen exigiendo más recortes despiadados y la eliminación total de los derechos sindicales. De esta manera se obliga a los trabajadores a pagar las deudas amasadas por los capitalistas y sus bancos chupasangre. ¡No hay camino hacia delante para los obreros y los oprimidos dentro de la UE capitalista!
El reformista KKE llama correctamente por “Salir de la UE, cancelar la deuda” y “Rechazar los chantajes y mentiras de ND-Syriza; el pueblo se ha desangrado bastante por la plutocracia de la UE”. Como lo hicimos en nuestra campaña de apoyo crítico en 2012, llamamos a votar por el KKE al tiempo que criticamos tajantemente su programa político nacional-populista, que constituye un obstáculo a la conciencia que la clase obrera necesita para llevar a cabo una revolución socialista victoriosa.
La salida de Grecia de la UE mediante la lucha obrera combativa sería un importante paso adelante, pero no una solución por sí misma. La crisis griega es parte de una crisis económica mundial del sistema imperialista que no puede resolverse dentro de las fronteras de ningún país aislado, especialmente dentro de la pequeña y dependiente Grecia, con su bajo nivel industrial y de recursos. El único camino hacia delante es una serie de revoluciones socialistas que expropien a las burguesías, incluyendo en los centros imperialistas, y establezcan una economía colectivizada y planificada internacionalmente bajo el poder obrero. ¡Por los estados unidos socialistas de Europa!
Pero los dirigentes del KKE sostienen que Grecia puede llegar al “socialismo” sin extender la revolución obrera internacionalmente, lo cual es una distorsión estalinista del marxismo. También llaman por el “poder popular”, disolviendo en el “pueblo” al proletariado, que de manera única tiene el poder social para derrocar al capitalismo. Ello oscurece la división fundamental de clases dentro de la sociedad capitalista: la burguesía, por un lado, y el proletariado por el otro, no el “pueblo” contra los “monopolios”. El KKE hace suyo el nacionalismo griego, como lo muestra su defensa de las fronteras de la Grecia capitalista. Para demostrar su patriotismo, están presentando como candidato a Giannis Douniadakis, un oficial retirado de la armada que ocupó puestos de la defensa en el gobierno griego. Este auténtico representante del aparato represivo del estado capitalista también sirvió en la OTAN, lo cual revela que la oposición del KKE a esta alianza imperialista es una farsa. Nosotros decimos: ¡ningún voto a Douniadakis!
El nacionalismo griego, basado en los pilares de la Iglesia Ortodoxa, de la institución de la familia y de las fuerzas armadas, es el veneno que utilizan los fascistas de Amanecer Dorado con el fin de ganar apoyo entre la pequeña burguesía arruinada y para canalizar su enojo hacia los inmigrantes, izquierdistas, homosexuales y militantes sindicales. La dirigencia del KKE ha permanecido criminalmente pasiva ante los ataques fascistas contra su partido y contra otros. No obstante su peso social en los sindicatos, el KKE no tiene ninguna perspectiva de tomar la iniciativa para movilizar contingentes de obreros, con base en los sindicatos, en defensa de los inmigrantes, izquierdistas y homosexuales y barrer con los fascistas. La clase obrera no se puede defender de la crisis capitalista si no retoma esta lucha urgente. La meta final de los fascistas es la destrucción de los sindicatos y la izquierda; por eso los capitalistas los mantienen como reserva. ¡Por movilizaciones obreras masivas de frente unido para detener a los fascistas!
Los obreros no deben tener ilusiones en que se pueda detener a los fascistas mediante el encarcelamiento de algunos líderes de Amanecer Dorado o por otras medidas legales tomadas por el estado. Tales medidas sirven también para reprimir a la izquierda. Ningún gobierno capitalista, ni siquiera uno de “izquierda” dirigido por Syriza, podrá satisfacer las exigencias apremiantes de las masas por empleos, atención médica y pensiones. Bajo estas condiciones, los fascistas seguirán creciendo. Es necesario que la clase obrera salte a la palestra, mediante la lucha combativa, en defensa de todos los que han quedado arruinados por la crisis capitalista. Hace falta una respuesta clasista a la demagogia populista de los fascistas: ¡sindicalizar a los no sindicalizados! ¡Los sindicatos deben defender a los trabajadores inmigrantes—plenos derechos de ciudadanía para todos los inmigrantes! ¡Trabajo para todos mediante una semana laboral más corta sin pérdida de salario! ¡Por una escala móvil de salarios para mantenerse al día con la carestía de la vida! ¡Repudiar la deuda! ¡Nacionalizar los bancos!
Esta lucha señalaría la necesidad de que la clase obrera expropie completamente a la burguesía y establezca su propio gobierno a través de la revolución socialista. Pero ésta no es la perspectiva de la dirigencia del KKE, que por el momento se niega a formar un gobierno de coalición con Syriza pero no se opone a administrar el estado capitalista. De hecho, un alcalde del KKE actualmente administra el estado capitalista al nivel local en Patras, así como un prefecto burgués de Syriza administra Ática. El KKE tampoco ha roto fundamentalmente con el programa que en el pasado lo condujo a entrar en gobiernos burgueses, como explicamos a profundidad en nuestro artículo “Greece 1940s: A Revolution Betrayed” [Grecia en la década de los 40: Una revolución traicionada, Spartacist (Edición en inglés) No. 64, verano de 2014].
Tomamos el Partido Bolchevique de Lenin y Trotsky como modelo del tipo de partido revolucionario que hace falta forjar aquí e internacionalmente en contraposición a los programas reformistas tanto del KKE estalinista como del resto de la izquierda griega. ¡Por nuevas revoluciones de Octubre!■