Espartaco No. 41 |
Junio de 2014 |
El régimen de Kiev desata el terror fascista
¡Por el derecho al autogobierno en Donetsk y Luhansk!
La masacre de más de 40 personas en la ciudad ucraniana de Odesa el 2 de mayo es el resultado directo del golpe de estado encabezado por fascistas el pasado febrero, que instaló un nuevo gobierno en Kiev con el respaldo del imperialismo occidental. El neonazi Sector Derecho, una fuerza dirigente en las protestas de la Plaza Maidán que precipitaron el golpe, estuvo en la vanguardia del asalto a las oficinas sindicales donde los manifestantes antigubernamentales habían huido tras ser atacados.
El mismo día de la matanza en Odesa, el gobierno de Kiev lanzó un asalto militar sobre Slovyansk, una de las muchas ciudades y pueblos en Ucrania oriental donde los residentes se han levantado contra el régimen. El número de víctimas mortales debido a la represión militar en la región oriental y Odesa asciende ya a más de cien. El día de hoy, el interés de la clase obrera —ucraniana, rusa e internacional— yace en la defensa de la población en Ucrania oriental y Odesa en contra de la represión militar y el terror fascista. ¡Fuera tropas ucranianas! ¡Imperialistas, manos fuera!
Lejos de apagar la ira popular contra el gobierno central, el asesinato de manifestantes ha llevado a Ucrania al borde de una guerra civil. Los insurgentes en la industrial Ucrania oriental, predominantemente de habla rusa, continúan ocupando edificios gubernamentales y de la policía y armándose. Manifestantes se han alzado en decenas de ciudades, enfurecidos por los intentos del régimen golpista de prohibir el ruso como lengua oficial y por la presencia del partido fascista Svoboda en el gobierno. Con base principalmente en Ucrania occidental, corazón del nacionalismo ucraniano y de la iglesia católica uniata (rito oriental) controlada por el Vaticano, Svoboda y Sector Derecho son malas noticias para todos los obreros y las minorías ucranianas. Son una amenaza mortal inmediata para los pueblos de Ucrania oriental, donde la principal religión es la rusa ortodoxa, y la cosmopolita Odesa, sitio de la masacre de miles de judíos en 1941 a manos de tropas rumanas aliadas con los alemanes.
En las manifestaciones en Donetsk, Slovyansk y otras ciudades orientales, han aparecido consignas en contra de la Unión Europea (UE), lo que habla del temor a que el intento gubernamental por unirse a ese organismo lleve al desastre económico, particularmente para los mineros y los obreros fabriles en la ya de por sí alicaída región. Atadas fuertemente a la economía rusa, las industrias relativamente débiles del este de Ucrania serían aplastadas por la competencia con los estados avanzados de la UE, especialmente Alemania.
La represión en el este y en Odesa ha endurecido la hostilidad hacia Kiev, como lo mostraron las líneas interminables de personas que votaron por el autogobierno en los referéndums del 11 de mayo en las provincias de Donetsk y Luhansk. Defendemos el derecho democrático de la población de estas regiones a llevar a cabo los referéndums y a actuar conforme al voto por el autogobierno, incluyendo la independencia o la unificación con Rusia si lo desea. Tomamos esta posición sin dar ningún tipo de apoyo político a los organizadores de estos referéndums. Ahora, los dirigentes de las dos autodeclaradas repúblicas populares están presionando para unirse a Rusia. Pero la situación continúa siendo fluida.
Cabe señalar que el voto tuvo lugar solamente donde los insurgentes se habían apoderado del control efectivo y podían defender las urnas militarmente. Así, no es claro si el sentimiento por el autogobierno existe al mismo nivel en toda la región. El este de Ucrania está marcado por un alto grado de mezcla y asimilación de rusos y ucranianos. Muchas personas tienen herencia tanto rusa como ucraniana, mientras que algunos se identifican como “soviéticos” y otros como “gente del Donbass” (Cuenca del Donets).
FT-CI: Nada que ofrecer a explotados y oprimidos
La neomorenista Fracción Trotskista-Cuarta Internacional (FT-CI), cuya sección mexicana es la Liga de Trabajadores por el Socialismo/Movimiento de los Trabajadores Socialistas (LTS/MTS), busca presentar una careta y una retórica más izquierdista respecto a la mayor parte de la izquierda internacional, que se apresuró a celebrar las protestas de la Plaza Maidán como una “victoria democrática” de las masas ucranianas. Sin embargo, la FT termina adaptándose, en los hechos, a la campaña de propaganda occidental al negarse a tomar posición sobre el derecho de los crimeos a la autodeterminación.
En “Ucrania. Crisis política y disputas entre las potencias imperialistas y Rusia” (7 de abril, ft-ci.org), la FT polemiza con otras organizaciones reformistas que niegan “el programa pro occidental que levantó [el movimiento de Maidán] desde el principio, como así también a las direcciones reaccionarias que estaban a la cabeza del movimiento”. Y después prosiguen:
“Por otra parte, un sector minoritario de la izquierda terminó apoyando a Rusia frente al ataque de occidente, replicando la teoría de los campos pero a nivel internacional, como si todavía hubiera guerra fría y una URSS que defender. Es decir una política que alberga expectativas en que el nacionalismo bonapartista de Putin puede ser una alternativa progresiva frente a EEUU y la UE”.
La FT tiene mucha desvergüenza al hablar de que no hay ya “una URSS que defender”, dado que esta organización apoyó la contrarrevolución capitalista que destruyó al estado obrero soviético. Por otro lado, la salomónica posición de la FT sobre Crimea hoy día significa negar al pueblo crimeo su derecho a la autodeterminación, cuestión que la FT simplemente evade. En contraste con lo que pasa en Ucrania oriental, el pueblo de Crimea, que por mucho tiempo fue parte de Rusia, es étnicamente ruso en su mayoría. Como marxistas revolucionarios, apoyamos la movilización militar rusa, que hizo posible el referéndum de autodeterminación, en que los crimeos votaron abrumadoramente por unirse de nuevo a Rusia. Nuestra posición no implicó ningún apoyo político al régimen capitalista de Vladímir Putin, que oprime brutalmente a los musulmanes y otras minorías así como a los homosexuales e impone condiciones miserables a los trabajadores. V.I. Lenin nos enseñó que el reconocimiento del derecho a la autodeterminación es un modo de sacar la cuestión nacional del orden del día para favorecer la unidad combativa del proletariado de las distintas naciones involucradas.
La FT sólo menciona como responsable del surgimiento de los fascistas al estalinismo. Dicen: “En los países de la ex Unión Soviética y del este europeo, las décadas de opresión bajo los regímenes de la burocracia estalinista y la falta de una alternativa, facilitaron la propaganda procapitalista de occidente y la identificación entre socialismo y estalinismo, lo que llevó al desarrollo de una ideología anticomunista reaccionaria, sobre la que se basan los grupos de extrema derecha, incluso neonazis”. Esto es lavarle la cara a los imperialistas, patrocinadores del terror fascista. La burocracia parasitaria estalinista, traicionando el programa internacionalista y revolucionario del bolchevismo, pavimentó el camino para la destrucción contrarrevolucionaria de la URSS. Pero fue el imperialismo occidental el que financió y protegió a los fascistas ucranianos de Stepan Bandera, tras la Segunda Guerra Mundial, como un sostén en contra del estado obrero soviético. Hoy, conforme medidas de austeridad más severas se hacen necesarias para mantener el flujo de ganancias, los imperialistas y sus lacayos ucranianos encuentran útiles a los fascistas para desviar el descontento de las masas hacia los judíos y otras minorías, así como para aplastar al movimiento obrero organizado.
Lo que se necesita es el forjamiento de partidos leninistas-trotskistas que libren un feroz combate contra toda manifestación de fanatismo nacional, étnico y religioso, así como chovinismo de gran potencia, como parte de propaganda paciente con el fin de ganar al proletariado en lucha por nuevas revoluciones de Octubre.