Espartaco No. 34 |
Otoņo de 2011 |
Carl Lichtenstein
1942-2011
Publicamos a continuación el discurso dado por Federico Bocanegra en honor a nuestro camarada recién fallecido Carl Lichtenstein ante la tumba de Trotsky en el aniversario luctuoso de éste, el 20 de agosto de 2011.
Hoy también queremos recordar y rendir homenaje a nuestro camarada Carl Lichtenstein, quien fuera miembro de la Spartacist League (SL/U.S.) por 40 años y archivista de la Prometheus Research Library (Biblioteca de Investigación Prometeo, PRL). Carl murió inesperadamente de una hemorragia cerebral el 7 de julio a la edad de 68 años. Perder a un camarada activo y aparentemente sano de esta forma es particularmente doloroso. Nuestras condolencias van a su esposa Alice, a su hijo Lee, a todos sus familiares, y a todos sus amigos, colegas y camaradas alrededor del mundo.
Carl era un científico, con doctorado en física nuclear de altas energías por la Universidad de Cornell y con un postdoctorado en la Universidad de Harvard, en donde trabajó en el ciclotrón. Fue autor o contribuyó a la publicación de más de 30 estudios científicos, 19 de ellos en las principales revistas de física a nivel internacional, como Physical Review Letters y Physical Review D. Tenía el intelecto, el entrenamiento y la meticulosidad requerida para probar la teoría de la electrodinámica cuántica (QED) de Richard Feynman, y, de hecho, publicó un artículo sobre esto. Carl amaba la física y claramente pudo haber llegado muy lejos en la academia y vivido cómodamente. Pero en vez de eso, decidió dedicar su tiempo y su mente a la causa de la revolución proletaria.
Carl y Alice se unieron a la juventud de la SL/U.S. en Boston en 1971. Poco después, Carl se unió al partido. Además de en el local de Boston, Carl estuvo en los locales de Los Angeles, Ann Arbor y Nueva York. En Los Angeles estuvo en el comité ejecutivo del local, estuvo a cargo de la educación, y fue representante del partido a la juventud y a una fracción industrial. También fue miembro de un caucus que teníamos en el Local 2070 del sindicato de empleados estatales y municipales.
Carl era verdaderamente un intelectual desclasado, que rechazaba el idealismo metafísico y la arrogante y falsa dicotomía entre el trabajo manual y el intelectual. Era bueno con sus manos y entendía los proyectos de mantenimiento como trabajo que requería reflexión. Fue parte de escuadrones de defensa partidista en varias marchas, además de un valioso colaborador de WV en artículos relacionados con ciencia. Pero la contribución más importante y perdurable de Carl fue su papel en establecer y sostener el archivo central de la Spartacist League, la Prometheus Research Library, como una instalación funcional de investigación para un amplio rango de estudios marxistas.
Carl fue seleccionado por la Conferencia Nacional de la SL de 1974 para ser miembro de la Comisión de Archivos. El documento aprobado por la conferencia señalaba el propósito de este nuevo cuerpo diciendo:
“Una de las tareas cruciales de la vanguardia del proletariado es la lucha por funcionar como memoria de la clase obrera. Un componente importante de esta lucha por la continuidad es el ensamblaje sistemático, la propagación y la asimilación crítica de la historia documental primaria del movimiento obrero. Dado el paso del tiempo y la acumulación de distorsiones y vulgarizaciones, sólo la reconstrucción precisa y verificada de realidades pasadas puede servir como brújula verdadera”.
Y aunque Carl estaba fuera de nuestro centro en Nueva York en esos momentos, fue un elemento crucial para poner en marcha este trabajo. Así, Carl escribía cartas a todos los locales instando a que realizaran entrevistas a cuadros históricos del movimiento revolucionario que vivían en sus cercanías, además de redactar minuciosas notas sobre cómo investigar, dirigir y registrar este trabajo. La intención de Carl era hacer disponible la historia revolucionaria para guiar todos los aspectos del trabajo partidista, desde el trabajo en sindicatos hasta el trabajo juvenil, en los EE.UU. e internacionalmente.
En diciembre de 1975, Carl, Alice y otros dos camaradas hurgaron entre —y rescataron— una buena cantidad de los archivos de León Trotsky aquí, en lo que fuera la última morada del dirigente de la Revolución Rusa. Los papeles de Trotsky estaban apilados por todos lados: el piso, mesas, estantes, gabinetes, etc. Carl revisó la colección, dirigió a los camaradas para que escudriñaran cuidadosamente entre las pilas, seleccionó documentos para fotocopiar y regresó los originales a su localización estratigráfica. Carl escribió un informe a la Comisión de Archivos:
“Estar en la casa de T crea una mezcla de admiración y depresión. No me explayaré al respecto. Nos mantuvimos sobre todo muy ocupados... Si lo pudiéramos hacer sin insultarlos, me gustaría mandar un remplazo para la ridículamente desteñida bandera roja que está sobre la tumba...
“Los estantes de más abajo mostraban mucha evidencia de ratones—es molesto”.
La Prometheus Research Library se convirtió en un contribuyente regular para el mantenimiento de la casa y la biblioteca de Trotsky.
Carl se mudó a Nueva York para construir la “biblioteca activista” que el partido necesitaba. En su camino, entrevistó a Hugo Oehler, un importante organizador sindical del Partido Comunista (PC), que fue ganado a la Oposición de Izquierda tras la expulsión del fundador del trotskismo estadounidense, James P. Cannon, del PC. Hasta donde sabemos, Carl es el único investigador que grabó una entrevista con Hugo Oehler. Esta entrevista fue parte de un esfuerzo partidista por recopilar la historia de una lucha interna en el movimiento trotskista estadounidense que prefiguró la escisión en 1940 del Socialist Workers Party (SWP) sobre la cuestión rusa. Esta extensa investigación culminó años después con la publicación del segundo libro de la PRL, Dog Days: James P. Cannon vs. Max Shachtman in the Communist League of America, 1931-1933 (2002).
Como archivista de la PRL, Carl llenó sustancialmente los archivos, compilando cuidadosamente documentos internos del PC de los primeros años y de los trotskistas estadounidenses. Recorriendo bibliotecas con ojos de águila, localizó registros raros e importantes, como los boletines internos de la Communist League of America, predecesora del SWP.
El conocimiento de Carl sobre la historia del movimiento marxista y su atención a los detalles lo hacían un magnífico archivista. En noviembre de 1991, el SWP publicó un artículo en su periódico el Militant en el que apelaba a sus lectores a ayudarlo a llenar huecos de su propia historia con boletines y documentos perdidos. Carl vio esto como una oportunidad para la colaboración documental con el SWP. Informó al SWP que nosotros teníamos y les daríamos copias de los boletines que buscaban. A través de una meticulosa revisión del índice con documentos reales y con la bibliografía de Louis Sinclair sobre los escritos de Trotsky, Carl se dio cuenta y notificó al SWP que habían etiquetado mal y confundido algunos elementos de la lista. El SWP respondió: “Tu carta fue la única respuesta que hemos recibido hasta ahora a nuestra solicitud de materiales perdidos”. Una segunda carta a Carl decía: “Te agradecemos haber llamado nuestra atención a estos errores y pasaremos esta información a los editores apropiados en Pathfinder para su corrección en las siguientes reimpresiones”. En respuesta, el SWP le dio a la PRL los documentos que Carl pidió. Carl promovió esta colaboración documental con organizaciones políticas e individuos oponentes, basado en el entendimiento de que la historia del movimiento obrero le pertenece al movimiento obrero internacionalmente.
Carl fue centralmente responsable junto con Diana Kartsen (1948-2007) de la preparación y la producción de dos de los libros de la PRL (James P. Cannon and the Early Years of American Communism [1992] y Dog Days), así como de la producción de los seis boletines de la Prometheus Research Series. Carl se enorgullecía del creciente uso de la PRL y desarrolló un tour para enseñar a los cuadros del partido a usar la base de datos de la biblioteca que él había ayudado a desarrollar, así como dónde localizar y cómo manejar los archivos.
La LCI entera ha sufrido una terrible pérdida y vamos a extrañar profundamente su conocimiento y amabilidad. Pero el trabajo de la vida de Carl vivirá y perdurará en la Prometheus Research Library. ¡Viva nuestro camarada Carl Lichtenstein! ¡Viva la Liga Comunista Internacional!