Las leyes antiterroristas están dirigidas contra los inmigrantes, los negros y todo el movimiento obrero:
¡No a la Ley USA-Patriot!
¡No a la Ley de Seguridad Marítima!
¡Abajo la caza de brujas anti-inmigrante!
¡Movilizar el poder obrero!

Frank Ogawa Plaza, Oakland, CA, Esquina de 14th y Broadway,
Sábado, 9 de febrero, 2 pm

“Apoyamos y ayudaremos a movilizar una manifestación unida obrera y negra bajo las siguientes consignas: ‘Las leyes antiterroristas están dirigidas contra los inmigrantes, los negros y todo el movimiento obrero: ¡No a la Ley USA-Patriot! ¡No a la Ley de Seguridad Marítima!’ y ‘¡Abajo la caza de brujas anti-inmigrante!’”

Lista parcial de firmas de apoyo, al 27 de enero de 2002:

AFSCME Local 444, Oakland, CA
Amalgamated Transit Union Black Caucus, Chicago, IL
Willie Lee Bell, retired Recording Secretary, IAM&AW Local 739 and 1584,* Oakland, CA
Berkeley Stop the War Coalition, Berkeley, CA
CARECEN, Central American Resource Center, San Francisco, CA
Leroy Collier, President, National Association of Letter Carriers, Branch 2200,* Pasadena, CA
Michael Crahan, President, LIUNA Local 1141,* San Francisco, CA
John Holmes, Delegate, Representative Assembly, Typographical Sector, Northern California Media Workers Union #39521, CWA*
Paul Howes, organising & research assistant, Labor Council of New South Wales,* Sydney, Australia
Hakim Husien, Chicago Chapter President, Palestine Aid Society,* Chicago, IL
International Longshore and Warehouse Union Local 10, San Francisco, CA
Internationalist Group, New York, NY
La Raza Centro Legal, San Francisco, CA
Labor Black League for Social Defense, Oakland, CA
Labor Council for Latin American Advancement - SF (LCLAA), San Francisco, CA
Patricia Loya, Executive Director, Centro Legal de la Raza,* Oakland, CA
Stephen Lysaght, President, East Bay Area Local, American Postal Workers Union,* Walnut Creek, CA
Brian McWilliams, SFLC delegate, International Longshore and Warehouse Union,* San Francisco, CA
Charles Minster, Steward and SFLC delegate, National Park and Public Employees, LIUNA Local 1141,* San Francisco, CA
Eugene “Gus” Newport, former Mayor, Berkeley,* CA
NY Labor Black League for Social Defense, New York, NY
Kiilu Nyasha, Producer/Programmer, “Connecting the Dots” KPOO 89.5 FM,* San Francisco, CA
Gary Okihiro, Professor, Columbia University,* New York, NY
Partisan Defense Committee
German Reyes,
Shop Steward, SEIU Local 87,* San Francisco, CA
Wilson Riles, candidate, Riles for Mayor,* Oakland, CA
Eduardo Rosario, Vice President, GCIU Local 4N,* and President, LCLAA-SF, San Francisco, CA
Michael Rossman, archivist, Free Speech Movement Archives,* Berkeley, CA
Renée Saucedo, Director, SF Day Labor Program, San Francisco, CA
SF Day Labor Program, San Francisco, CA
Earl Silbar, Chief Steward, AFSCME Local 3506,* Chicago, IL
Donald A. Smith, Executive Board-Trustee, NALC,* Pasadena, CA
Spartacist League/U.S.
Spartacus Youth Club,
San Francisco Bay Area
Everette Whitfield, Steward, SEIU Local 73,* Chicago, IL

*Organización listada solo para propósitos de identificación.
Queremos dejar muy claro que estos firmantes no están necesariamente de acuerdo en ningún respecto con el llamamiento de la Liga Obrera y Negra para la Defensa Social y el Comité de Defensa Clasista que reproducimos al reverso.

¡Conmemoremos unidos el Mes de Historia Negra con actos de lucha clasista!
Llamamiento a la acción de la Liga Obrera y Negra para la Defensa Social del Area de la Bahía y el Comité de Defensa Clasista

Llamamos a los poderosos sindicatos multirraciales del Area de la Bahía a movilizarse contra la guerra del gobierno contra la integrada clase obrera norteamericana, los negros y los inmigrantes. Cada bombardeo y ataque de misiles sobre Afganistán vino acompañado de nuevos ataques a los derechos democráticos de todos nosotros. Bush y el Procurador General Ashcroft —ese apologista de los esclavistas de la Confederación [del Sur en la Guerra Civil estadounidense]— han tomado como primer blanco a la gente de ascendencia en el Cercano Oriente, quienes fueron detenidos y metidos a la cárcel donde cientos todavía se encuentran. Han creado el fantasma de un “enemigo interno” para fortalecer los poderes de su propio estado consumadamente violento. Pero cuánto se puedan salir con su gusto los gobernantes racistas de EE.UU. dependerá de la lucha de clases. Debemos luchar ahora para defender nuestros derechos y nuestros trabajos, y los derechos y trabajos de nuestros hermanos y hermanas inmigrantes. Una demostración unitaria del poder de nuestra clase, conjuntamente con organizaciones juveniles, negras y de inmigrantes, puede echar atrás la campaña racista de “unidad nacional” de la patronal.

Bajo la Ley USA-Patriot, aprobada a la fuerza con el apoyo de ambos partidos luego del ataque criminal a las torres gemelas del World Trade Center, personas sin ciudadanía pueden ser deportadas sin una vista ante un juez, mientras que una vez más están siendo oficialmente aprobadas operaciones como el COINTELPRO del FBI, que incluyó el asesinato de 38 militantes del Partido Pantera Negra y el embuste judicial de cientos más. Bajo la Ley de Seguridad Marítima, Portuaria y de los Ferrocarriles, la “seguridad nacional” es también el pretexto para un asalto frontal contra los sindicatos portuarios, bastiones históricos del poder obrero. ¡Abajo la caza de brujas antiinmigrante! ¡No a la Ley USA-Patriot! ¡No a la Ley de Seguridad Marítima!

La “guerra contra el terrorismo” tiene como blanco directo el corazón de la clase obrera. En New Jersey cientos de maestros en huelga por un contrato digno fueron esposados y encarcelados, mientras que el vocero del sindicato fue denunciado como “el representante del Talibán”. El Fiscal del Estado de Carolina del Sur comparó a los miembros de la International Longshoremen’s Association [el sindicato de estibadores] de Charleston—que defendieron a su sindicato contra la policía y los rompehuelgas— con los terroristas que atacaron al World Trade Center. Los dirigentes de los Panteras Negras, Fred Hampton y Mark Clark, asesinados por los policías de Chicago en 1969, recibieron la plena expresión de lo que significa ser tachado como “terrorista” en los EE.UU. capitalistas. Estas medidas represivas son coordinadas por Tom Ridge, el hombre que firmó dos órdenes de ejecución contra el ex Pantera Negra, Mumia Abu-Jamal, un hombre inocente falsamente acusado del asesinato de un policía de Filadelfia en 1981, quien fue sentenciado a muerte por sus ideas políticas. ¡Libertad inmediata para Mumia! ¡Abolir la racista pena de muerte!

En los muelles, los camioneros del puerto, en su mayoría inmigrantes, están siendo acosados por policías y agentes federales armados. La Ley de Seguridad Marítima —redactada por un senador del Partido Demócrata del estado antisindicatos de Carolina del Sur— llama por un “chequeo de antecedentes personales” bajo el cual, obreros portuarios pueden ser despedidos por toda condena penal recibida en los últimos 10 años bajo cualquiera de 20 delitos mayores, incluyendo cargos menores por drogas. Esto amenaza directamente los trabajos de estibadores negros y latinos que han sido víctimas del acoso policiaco racista en los guetos y barrios bajo la llamada “guerra contra las drogas”.

Del mismo modo que la lucha por la liberación negra es central para la liberación de todos los trabajadores, el movimiento obrero solamente puede defenderse a sí mismo si defiende los derechos de los inmigrantes. En este país, la explotación abierta del obrero siempre ha ido de la mano de las hostilidades raciales y étnico-religiosas azuzadas por los gobernantes capitalistas. La opresión de negros es la piedra angular del capitalismo norte-americano. Pero los obreros negros e inmigrantes no son víctimas impotentes, son un componente vital de la clase obrera multirracial. Los trabajadores inmigrantes, armados con las tradiciones combativas de sus países de origen, han sido parte integral de las batallas laborales de este país, desde la huelga de “Pan y Rosas” de las fábricas textiles de Massachusetts en 1912, hasta la campaña de sindicalización Justicia para los Janitors de Los Angeles. Junto con los obreros negros, ellos pueden ayudar a iniciar una ofensiva obrera contra la opresión racial y la explotación capitalista.

Desde las leyes de exclusión de chinos de hace más de un siglo, hasta la deportación de trabajadores mexicanos durante la Gran Depresión y el internamiento de japoneses-americanos durante la Segunda Guerra Mundial, los ataques contra la fuerza laboral inmigrante siempre han ido mano a mano con la escalada de opresión de negros y la persecución de los trabajadores más combativos. No se olviden, aquí en California la Proposición 187 antiinmigrante llevó directamente a la racista Proposición 209 contra la acción afirmativa dos años más tarde. Nosotros demandamos: ¡Plenos derechos de ciudadanía para todos los inmigrantes! Debemos luchar contra las deportaciones, por la sindicalización de los que no lo están, y por una jornada de trabajo más corta, sin pérdida de sueldo, para distribuir el trabajo disponible. Que nuestro lema sea ¡lucha de clases, unamos fuerzas contra nuestro enemigo común: la clase capitalista dominante!

El compromiso de la burocracia sindical para con el sistema capitalista los lleva a denunciar a los camioneros mexicanos y a nuestros oprimidos hermanos y hermanas obreros por toda Latinoamérica y Asia por “robar trabajos de estadounidenses”. Este es un fraude conveniente que fomenta la intolerancia contra los inmigrantes en este país y que está directamente opuesto a nuestra unidad en la lucha como clase contra los planes de “dividir para conquistar” de los patrones. Ofreciendo la mentira de que los intereses de los obreros y sus explotadores son compatibles, John Sweeney, jefe de la AFL-CIO [federación sindical de EE.UU.] dice que “ningún sacrificio es demasiado grande” para los obreros en la “guerra contra el terror”. La oposición a esta guerra contra los sindicatos, los negros y los inmigrantes en este país implica la oposición a las guerras del capitalismo norteamericano en el extranjero. ¡Fuera todas las tropas EE.UU./ONU/ OTAN de Afganistán, el Cercano Oriente y el Asia Central!

En vez de movilizar el poder sindical para defender a su membresía y a todos los oprimidos, los jefes sindicales presentan al Partido Demócrata como el “amigo de los trabajadores”. Pero los demócratas, como los republicanos, representan los intereses de la clase enemiga. La única diferencia es que los republicanos se deleitan abiertamente con los ataques contra los trabajadores y oprimidos, mientras que los demócratas mienten pero hacen lo mismo. Los políticos demócratas negros como Barbara Lee, con su muestra de oposición —aunque superficial— a la toma de poderes de guerra por Bush, están tomando sus posiciones para contener o descarrilar el creciente descontento conforme la recesión y la represión racista comienzan a hacerse sentir. El demócrata Bill Clinton declaraba “siento su dolor” al tiempo que recortaba los servicios de asistencia pública (welfare) y encabezaba una severa campaña antiinmigrante. Aquí en el Area de la Bahía, el plan de gentrification de Oakland del alcalde demócrata “liberal” Jerry Brown fomentó el desenfreno en el barrio negro de West Oakland de la pandilla policíaca que adoptó el nombre de “Riders” [jinetes] de los jinetes de la noche del Ku Klux Klan. Al otro lado de la Bahía, el alcalde Willie Brown ha lanzado una nueva guerra contra los desamparados de San Francisco, mientras que 16.000 trabajadores cesantes en industrias de bajos salarios enfrentan el desamparo, y aquéllos que aún están empleados están al borde de la misma suerte.

Para luchar por sus propios intereses, la clase obrera debe defender su independencia de todos los partidos y agencias de la clase enemiga. Los traidores líderes sindicales que han encadenado el poder obrero al apoyo al Partido Demócrata ahora ofrecen ayudar a implementar la “seguridad” en los puertos y en otras partes. No es el trabajo de los obreros hacer cumplir las leyes, ya sea de “seguridad” o de cualquier otro tipo, que luego serán usadas en su contra: ¡Policías y guardias de seguridad fuera del movimiento sindical!

Es necesario llevar a cabo una lucha política dentro de los sindicatos—en la segregación institucionalizada de los EE.UU., estos son las únicas organizaciones de importancia que son racialmente integradas— para romper con los demócratas y construir una dirección clasista que luche por la causa de la liberación negra y la defensa de los derechos de los inmigrantes. La clase obrera necesita su propio partido, un partido que luche por un gobierno obrero. ¡Los que producen deben gobernar!

¡Movilizar el poder sindical multirracial en una masiva manifestación centrada en los sindicatos! ¡Defender a los inmigrantes, los negros y los obreros amenazados por las leyes antiterroristas!

20 de enero de 2002

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